Aprovecharon la ocasión.
El Real Madrid ha hecho los deberes en Tarragona, al derrotar 3-1 a un Gimnastic, pero creó muchas dudas sobre su juego, dejó a la vista carencias del pasado y defraudó con un estilo escaso de ideas en ataque y con una debilidad alarmante en defensa. Gimnastic abrió la cuenta al minuto 29 por intermedio de Abel Buades, pero Roberto Carlos, Helguera y Robinho se encargaron de dar vuelta al marcador.
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