Entregado a la música
El violín es el alma de su casa y en sus ratos libres se sumerge en la intensidad de su música. (Foto: Didier Hernán Gil)

Didier Hernán Gil | Capira, DIAaDIA

El violín es el alma de su casa y en sus ratos libres se sumerge en la intensidad de su música. Ese es Modesto López, de 73 años, un caballero honesto, amigable y emprendedor que reside en el sector de Barraza, en el corregimiento de Lídice en Capira.

Modesto contó a DIAaDIA que aprendió a tocar el violín a la corta edad de once años en su pueblo natal, la Colorada de Los Santos. Dijo que su interés por aprender era tan vicioso, que cuando no tenía dicho instrumento él mismo armaba su violín con pedazos de madera y una cuerda; además de un arco como para tirar flechas.

Este apasionado violinista comentó que aprendió sin que nadie le dijera nada, pues tenía oído para la música y poco a poco le fue buscando los tonos y así fue descifrando las piezas musicales.

Con mucha sinceridad y un rostro resplandeciente, señaló que "con sólo tener este instrumento en mi hombro me siento como en la gloria. Eso lo es todo para mí, por eso no lo separo de mi costado".

Modesto recordó que en su juventud formó el conjunto típico "Brisas del Campo"; sin embargo, ese no era su fuerte, lo suyo era el violín. Señaló que hace 30 años llegó a Lídice de Capira y su esposa murió, pero a diferencia de los hombres que quedan viudos y se refugian en las cantinas, él buscó la iglesia.

Allí participó en el coro como guitarrista, pero no compaginaba en los ritmos; sin embargo, propuso incluir el violín al coro. Más tarde, el párroco Francisco Heinnen le aprobó y las misas eran diferentes.

Modesto López invitó a la juventud a ser personas de ideas y aprender artes constructivas antes de ser presas del ocio y los malos vicios.

El violinista reveló que también toca guitarra y su actual violín tiene tres años, pero hace uso de ambos en cada momento.

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