La necesidad no conoce peligro
El sol no fue obstáculo para recoger un poco de sal.

Didier Hernán GilCapira | DIAaDIA

¡Sorprendente! Son capaces de arriesgar sus vidas, aprovechando que un camión de carga se vuelca en la Interamericana para abastecerse de la mercancía que se desperdicia en la vía.

Esa es una de las tentaciones más comunes en la que se ven seducidas muchas personas que viven a orillas de la calle. Tal es el caso de un reciente derrame de sal en el sector de Perequeté, en Capira.

A uno de esos protagonistas que DIAaDIA encontró en plena acción fue al niño Alberto Ramos, de 11 años, quien manifestó que con una pala recogía sal gruesa para dársela a sus familiares que tenían ganado.

Este astuto niño indicó que para evitar un accidente espera hasta que la calle esté libre de automóviles; sin embargo, esa área no deja de ser peligrosa. Otras familias del área se encargaron de recoger, en tanques, un poco de sal para llevar a sus casas. DIAaDIA pudo conocer que muchas personas colocan un puñado de sal y con un poco de agua extraen jugo salado para fines comestibles.

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