Son varios los televidentes que me han pedido que le responda al reportaje que se presentó el martes pasado en Al Descubierto sobre las columnas de Doña Perla (Panamá América), Aquí y Ahora (DIAaDIA). Ellos tienen todo el derecho a realizar reportajes y criticarnos. Eso es democracia y de la misma forma como nosotros lo hacemos, ellos tienen su tribuna y es justo. No voy a polemizar porque creo fielmente en que en esa edición no presentaron nada que amerite una respuesta. No voy a polemizar porque hace mucho tiempo escribí que la señora Nairobi Dacosta perdió el norte desde que se fue de RPC, donde era una incisiva, combativa y seria periodista y, hasta ahora, no hay un solo reportaje inteligente, interesante o que aporte algo a la audiencia; sí a ella misma: hacer de Arlequín. No voy a polemizar con Gisela Tuñón (que era extraordinaria presentadora de noticias en Canal 21 y RPC) ni con Blanca Herrera porque muchas son las veces que con sus comportamientos, brillante léxico e intelectualidad demostrada en pantalla me recuerdan a Laura Bozo. No voy a polemizar porque sigo sorprendido que una periodista de trayectoria e impecable currículo como María Elena Barrios, siendo productora de este espacio, empañe su nombre con semejante acumulación de desinformación junta. Yo seguiré con el mismo respeto de siempre, opinando sobre lo que sale "en pantalla". Prefiero escribir opiniones inteligentes con un seudónimo que dar la cara por un producto que no aporta, no educa y mucho menos ayuda a discernir. Y como dice un refrán: ¡Si no quieren ser cebollas, sálganse de la cocina! ¡Caso cerrado!
Quiero felicitar a Álvaro Alvarado porque en la edición de ayer jueves permitió -sin callar a nadie- que una gran cantidad de su audiencia, que se siente afectada por empresas, hicieran denuncias concretas con nombres de bancos, financieras y anunciantes del propio canal. Mencionar en los medios locales de manera negativa a un anunciante es como un tsunami porque los dueños y ejecutivos de ventas brincan del susto, ya que les da miedo perder esa pauta publicitaria. Los grandes medios y los noticiarios de mayor renombre del mundo han ganado prestigio, credibilidad, respeto de los anunciantes y por ende mayor audiencia cuando son capaces de poner el derecho de la ciudadanía sobre el poder del dinero. Si Álvaro sigue dándose esta licencia y su canal se lo permite, auguro los mejores tiempos de este espacio porque la audiencia, de verdad, va percibir que son creíbles, va crearse una imagen de que existe una real independencia del área editorial de la comercial y los que nos sentemos a monitorearlo creeremos que estamos ante un informativo que no le tiene miedo al dinero, que los anunciantes respetaran por prestigio y que cumple a cabalidad su función social.
Aprovechando el tema de noticias, la próxima semana Susan Elizabeth Castillo asume una importante responsabilidad en Telemetro Reporta. Lo he escrito, la señora Castillo antes de estar en C4 demostró gran profesionalismo y entrega periodística, primero como reportera y después como presentadora en RPC. Aquí muchos han satanizado a la señora Castillo por esta nueva posición, sin embargo, creo es la oportunidad perfecta para demostrarnos a todos los que le hemos criticado su trabajo en C4 que ella es más que silicones, brujos o yerberos y que tiene toda la capacidad y pericia periodística para manejar la edición informativa más importante de ese canal. Lo reitero, anhelo rescatar a esa Susan periodista ganadora de premios, que investigaba, que se metía donde los demás no se atrevían y que uno respetó por su trabajo. Tiene no solo el reto profesional a lo interno de Medcom, sino ante una audiencia que la creía perdida en este mundo donde enseñar pechos nublaba los cerebros. ¡Suerte!