Valiéndose de una silla de ruedas y en precarias condiciones, Daniel Conrado lucha solo por mejorar sus condiciones de vida. Él vive en una casa de zinc y madera, ubicada en un área apartada del corregimiento de Guadalupe, en La Chorrera.
Daniel tiene pocos meses de haber llegado al lugar, luego que las circunstancias en que vivía en Nuevo Chorrillo, en Arraiján, lo obligaran a salir del cuarto que ocupaba.
Según Daniel, un accidente lo dejó hace cuatro años postrado en una silla de rueda y dependiendo de una sonda.
Por ahora, Daniel recibe ayuda de los vecinos y de los hermanos de la iglesia, quienes lo acompañan y ayudan en lo que se pueda, mientras tanto espera poder calificar para el programa de PARVIS Mejorado, en donde fue incluido.
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