
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos en que Diego saludaba a todos los que lo estaban esperando.
Lo esperaban con sorpresas.
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos en que Diego saludaba a todos los que lo estaban esperando.
Lo esperaban con sorpresas.
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos en que Diego saludaba a todos los que lo estaban esperando.
Lo esperaban con sorpresas.
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos en que Diego saludaba a todos los que lo estaban esperando.
Lo esperaban con sorpresas.
Momentos cuando Diego y sus padres llegaban al Aeropuerto de Tocumen. Fotos: CORTESIA
Momentos en que Diego saludaba a todos los que lo estaban esperando.
Lo esperaban con sorpresas.
Esta operación duró siete horas, y su madre Ingrith Vanesa Villarreal narró lo difícil que fue esperar esas horas, ya que sabía que era una cirugía muy riesgosa para su hijo, porque el tumor estaba afectando la base del cerebro y las arterias carótidas.
Dentro de seis meses a Diego se le practicará una resonancia magnética para determinar cuándo se podrá realizar la segunda parte de la intervención, ya que todavía hace falta remover parte del tumor.
Su familia se encuentra muy agradecida con Dios, con el Ministerio de Desarrollo Social y con todas aquellas personas que colaboraron para que Dieguito se pudiera operar.