HISTORIAS
¡Vivan los niños!

Redacción | DIAaDIA

La inocencia de los niños puede ser tema de todo un tratado; pero, ¿realmente son tan inocentes? Veamos:

Una maestra de Jardín Infantil estaba observando a los niños de su clase mientras dibujaban. Ocasionalmente, se paseaba por el salón para ver los trabajos de cada niño. Cuando llegó adonde una niñita que trabajaba diligentemente, le preguntó qué estaba dibujando. La niña replicó:

Estoy dibujando a Dios. - La maestra se detuvo y dijo: —Pero nadie sabe cómo es Dios.

Sin levantar la vista de su dibujo, la niña contestó: —Lo sabrán dentro de un minuto.

Y he aquí otra muestra: Una honesta niña de siete años admitió calmadamente a sus papás que Luis Miguel la había besado después de la clase. — ¿Cómo sucedió eso?, preguntó asombrada su mamá.

No fue fácil, admitió la pequeña, pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo. Y lea ésta: Un día una niñita estaba sentada observando a su mamá lavar los platos en la cocina. De pronto notó que su mamá tenía varios cabellos blancos que sobresalían entre su cabellera oscura. Miró a su mamá y le preguntó:

¿Por qué tienes algunos cabellos blancos, mami? Su mamá le contestó: —Bueno, cada vez que haces algo malo y me haces llorar o me pones triste, uno de mis cabellos se pone blanco.

La niñita meditó esta revelación por un rato y luego dijo: —Mami, ¿por qué TODOS los cabellos de mi abuelita están blancos?

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