Como una catapulta que lanza a los jóvenes, sobre caballos alados, hacia las mieles del triunfo, veo yo los concursos en los colegios.
Cada competencia, por sencilla que parezca, fomenta el sentido de competencia en los estudiantes. Eso es la vida, una constante competencia, en el buen sentido, que lleva a cada uno a luchar por lograr sus metas. Eso que hace que el individuo quiera ser mejor cada día, que quiera superarse incluso a sí mismo.
Quizás los estudiantes menos favorecidos en notas, los menos aplicados, los menos competitivos, se nieguen a participar en un concurso de ortografía porque "¿para qué me sirve a mí eso?"
Bueno, pues yo les puedo decir que ese simple concurso para elegir a quien escriba mejor las palabras, les servirá el resto de la vida, sin importar qué carrera elijan en el futuro.
Imagínense a una secretaria ejecutiva con mala ortografía, a un periodista que no sepa la diferencia entre "alados" y "halados"; a un médico que escriba la receta así: "injiera una cátsula tres veses al dia"; o un ingeniero que escriba: "sugeten la loza a la vija"; o un profesor con: "valla al tablero y resuelba el exámen". La realidad es que más profesionales de los que se imaginan confunden la g con la j; el vocablo vez con ves; vaya con valla, o gozaron por gozarón.
Jóvenes estudiantes: Cuando ustedes participan en los juegos florales (ya casi desaparecidos de las escuelas), o en los certámenes de oratoria, declamación, lectura comprensiva, redacción, ortografía, pintura o cualquier otro, lo que realmente están haciendo es prepararse para la vida real, para competir cuando sean profesionales, porque para nadie es un secreto que cuando se compite por un puesto en el Gobierno o en la empresa privada (sobre todo, esta última), es elegido aquel que demuestre que puede ser un colaborador (empleado) completo, integral, con visión futura y competitivo.
Pronto se realizará en Panamá el Concurso de Oratoria. Los que llevamos muchos años siguiendo las transmisiones, sabemos que todo el que lo ha ganado o ha participado, se ha catapultado derechito hacia el éxito.
Por eso, les hago un llamado a ustedes, jóvenes, para que se animen a participar en estos certámenes, para que no sean un estudiante más, sino un individuo con ganas echar para adelante y enfrentar con ímpetu la rueda de su progreso y la del país.