¡Chuleta! La que creemos que no puede dormir en paz es la actriz Nicole Kidman, y es que la escena donde besa apasionadamente a un niño de 10 años en la película "Birth", la ha dejado mal parada. Las críticas de expertos en cine sostienen que es una ofensa moral de las personas, porque no hay respeto hacia la niñez. Por eso el estudio encargado de esta película, New Line, no se ha dejado y también se defendió subrayando que hay que ver la escena en su contexto. "No existe contacto físico entre Nicole y Cameron. No estaban desnudos en la bañera", aclara el estudio.

Sin embargo, el escándalo ha sido descrito como una "pesadilla publicitaria" para una película que el estudio promociona como una posible aspirante a los Oscar. Hay que mirar la película para ver si es una ofensa o no.