Hablar sobre la muerte es uno de los temas a los que comúnmente le huimos, ya que tiende a despertar en nosotros un mar de emociones y pensamientos, que suelen producirnos temor, desconcierto, aflicción y mucho descontrol.
No es de extrañarnos que cuando vivenciamos la pérdida de un ser querido, nos preocupamos por "ser fuertes" e invalidamos nuestros sentimientos por temor a no saber cómo manejarlos, sin darnos cuenta de que al hacerlo, nos arrancamos el espacio para sentir todo aquello que nos aflige y que ignoramos es normal.
¿QUE ES EL DUELO?
Es la reacción natural ante la pérdida de un ser querido, que implica una serie de emociones y reacciones esperables, las cuales están teñidas de dolor, tristeza, desconsuelo, rabia, entre otras cosas.
El desconocimiento de dichas reacciones tiende a que, muchas veces, dudemos de nuestra cordura y nos replanteemos si lo que sentimos es o no normal.
PROCESO O ELABORACION DEL DUELO
El afrontamiento de la pérdida consiste en un proceso de adaptación, que implica reconocer lo que hemos perdido; es un movimiento de ir y venir que abarca muchos cambios, desajustes y reacomodaciones.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ELABORACION DEL DUELO
Son varios los factores que influyen, tales como la edad y el rol que la persona tenía en nuestra vida, las circunstancias de la muerte y principalmente, el lazo o vínculo establecido.
AYUDANDO A AFRONTAR LA PERDIDA
Permitirnos sentir y expresar todas las emociones, sin importar lo que los otros piensen o esperen de nosotros. Asistir y participar en las ceremonias o ritos nos ayudan a constatar y representar lo ocurrido. Replantearnos nuevos objetivos y fijarnos nuevos proyectos. Reconstruir una nueva identidad. Aprender a vivir con el dolor. Recordarnos que seguimos vivos.
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