Todo fue un malentendido. Tremendo susto se llevó una señora cuando al mediodía de ayer estacionó su auto en un lugar privado; le cerraron el portón, y pensó que era un secuestro. Esto fue en vía Venetto.
Testigos afirman que "ella siempre se coge los ‘parkings’ ajenos, por lo que el dueño se cansó, ubicó su carro detrás del suyo y cerró la puerta de los estacionamientos; ella creyó que le iban a robar o a secuestrar".
Esto provocó que la ciudadana se llenara de nervios y empezara a llorar, pues sus hijas estaban en el carro y tenían prendas de oro de unas polleras. Por suerte, el incidente no pasó de ser un gran susto y una buena lección.
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