La limpieza del hogar es una tarea por la que muchas amas de casa se preocupan. Tarea que se acrecienta si se tratan de muebles blancos, pues es muy difícil procurar que siempre estén del mismo color que el día que los compró.
Por eso, a la hora de limpiarlos, lávelos con agua y lejía (una parte de lejía por cada diez de agua) y luego enjuáguelos con agua a la que habrá añadido previamente un chorrito de amoníaco.
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