La Conferencia Episcopal de Panamá se pronunció ayer sobre las víctimas de la irresponsabilidad de funcionarios que son garantes de la salud y el transporte colectivo, que ha ocasionado la muerte a más de 50 hermanos con el posible aumento de esta cifra. Ante esta situación, la Conferencia Episcopal rechazó la manipulación de la información, limitaciones, obstáculos y lentitud en las investigaciones para esclarecer tan trágicos sucesos. Además de la indiferencia, insensibilidad y poca solidaridad de muchos cristianos con esta situación y con el dolor de los afectados y sus familiares. En tanto, exigieron la celeridad con responsabilidad, honestidad y transparencia en las investigaciones. Además del apoyo solidario con el prójimo que sufre estas tragedias.
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