Una ardua faena
Meses de preparación.

Marlen Dayré Pérez | DIAaDIA

Son difíciles los meses de preparación para lucirse en los tan ansiados desfiles patrios; por ello, desde que se inicia el año escolar empiezan a escoger a los estudiantes que pertenecerán a la banda; todo en base a su rendimiento académico.

El porte y elegancia de las jovencitas, es otro aspecto que se toma en cuenta en el "cuadro de empolleradas, batuteras, bastoneras y, por supuesto, los tan lucidos batallones femeninos.

MUCHOS DETALLES

Una buena representación estudiantil tiene de todo, desde la tradicional banda de música, abanderados, entre otros; pero detrás de todo este espectacular despliegue de "buenos patriotas", le siguen estudiantes y profesores que forman parte de la Cruz Roja, encargados de velar por el satisfactorio desempeño de los marchantes, quienes los acompañan en todos los desfiles para auxiliarlos en casos extremos de agotamiento físico.

MESES ANTES

El ingenio y creatividad de los propios estudiantes aflora, cuando comienzan a escoger los pasos del batallón y las peculiares tonadas de la banda, puesto que se toma en cuenta que la canción no sea vulgar, tenga notas acordes con los instrumentos de la banda de música y que sea muy gustada por el público. Mientras que para la selección de pasos, lo primero es que sean originales, poco usuales y que estén acordes con la música.

Los familiares de los estudiantes son los que en caso tal se encargan de llevar, además del agua, pastillas de sabor y sodas; pero también, en su "insólito" botiquín, nunca falta una aguja, hilo, ni botones, porque una falda suelta o una camisa sin botón es lo más común en los desfiles.

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