
La decisión ha provocado un alud de críticas entre los asistentes a la boda de la celebridad, famosa por la participación de su familia en el “reality show” 'Keeping up with the Kardashians', y Kim Humphries, celebrada hace poco más de dos meses.
Lizzie Post, autora norteamericana, experta en protocolo, afirmó a la revista 'People' que “los regalos deberían ser devueltos a los invitados al evento, si el matrimonio es disuelto en un corto período”, así como pasó. ¡Qué lío!