HISTORIAS
Vivir es bello

Redacción | DIAaDIA

Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días. Llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar. Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo, no entiende que estoy cansado. Mi padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz. Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.

De repente, alguien me dijo: "Hola, vengo por ti". "¿Quién eres tú?", pregunté. "¿Cómo entraste?". "Me manda Dios por ti. Dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar". Eso no es posible, para eso tendría que estar..., y callé porque sabía el resto.

Él dijo: "Así es, lo estás, ya no te preocuparás por ver a las mismas gentes, ni de aguantar a tu esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste, ni escucharás los consejos de tu padre.

"No, no puedo estar muerto", le grité. "Lo siento, la decisión ya fue tomada", me contestó. Pero... eso significa que jamás volveré a besar la mejilla de mi bebé, ni a decirle te amo a mi esposa, ni darle un abrazo a mi padre.

"¡No, no quiero morir, quiero vivir, envejecer junto a mi esposa, NO, NO QUIERO, NO QUIERO, POR FAVOR, DIOS. !!!!

¿Qué te pasa amor, tienes una pesadilla?, dijo mi esposa despertándome. No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados