Mi historia de amor comenzó cuando conocí a un chico en el colegio. Yo sentía algo muy lindo y extraño por él, cada día que pasaba sentía que lo quería más, lo veía todos los días.
Así fue durante mucho tiempo, fueron siete meses inolvidables.
Un buen día todo terminó, él se había cansado de nuestra relación, obvio la relación no fue más que besos y caricias. Comenzaron las peleas, él me dijo que se iría al interior, que no me volvería a hablar y que no lo buscara.
El tiempo pasó y dos meses después me enteré de que andaba con mi mejor amiga. Yo me había peleado con ella, pero no por él. Según me enteré, la pareja se casó y tuvieron un bebé, pero al parecer la relación resultó ser un fracaso total, ya que él era muy violento con ella y en repetidas ocasiones la golpeó. Además la quemaba con todas las mujeres que se le pasaban por el frente. Lo último que supe fue que la echó de la casa con todo y el niño.
Ahora ella vino a mí para pedirme perdón por todo lo que me hizo y a la vez que le diera un techo donde vivir y algo que comer. Cuando tocó a mi puerta, lo único que se me ocurrió decirle fue que se fuera de mi casa, pues no quería verla nunca más. Sé que la está pasando mal y que debo ayudarla, pero no sé cómo hacerlo. Dime por favor cómo puedo ayudarla. Anastacia.
ESTIMADA AMIGA:
te felicito, tienes un gran corazón que por lo visto ni el peor de los desamores te lo ha podido romper. Pero bueno, al grano, primero piensa en la linda amistad que tuvistes con tu amiga y después en lo otro. Ayudar a los que lo necesitan no es un pecado, tú puedes hacerlo como una donación si lo desea; por lo que te hizo no te preocupes, pues recuerda que allá arriba hay un Dios que lo ve y lo sabe todo.
Su castigo vendrá o quizás ya lo esté sufriendo, sin embargo el bebé no tiene la culpa de los errores de los padres, miralo por ese lado. Hoy es ella, mañana puedes ser tú o un familiar tuyo. Cuídate.