
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JES? SIMMONS
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JES? SIMMONS
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JES? SIMMONS
Hicieron una variedad de productos con la panela.
Se prepararon muy bien para poder hacer un buen trabajo.
A estos estudiantes les gustaría seguir con el proyecto.
Estos jóvenes son amantes de lo tradicional.
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JESÚS SIMMONS
Hicieron una variedad de productos con la panela.
Se prepararon muy bien para poder hacer un buen trabajo.
A estos estudiantes les gustaría seguir con el proyecto.
Estos jóvenes son amantes de lo tradicional.
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JESÚS SIMMONS
Hicieron una variedad de productos con la panela.
Se prepararon muy bien para poder hacer un buen trabajo.
A estos estudiantes les gustaría seguir con el proyecto.
Estos jóvenes son amantes de lo tradicional.
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JESÚS SIMMONS
Hicieron una variedad de productos con la panela.
Se prepararon muy bien para poder hacer un buen trabajo.
A estos estudiantes les gustaría seguir con el proyecto.
Estos jóvenes son amantes de lo tradicional.
Jonathan y Arcenio explican a los presentes cómo hicieron su proyecto.
Foto: JESÚS SIMMONS
Hicieron una variedad de productos con la panela.
Se prepararon muy bien para poder hacer un buen trabajo.
A estos estudiantes les gustaría seguir con el proyecto.
Estos jóvenes son amantes de lo tradicional.
Este ingenioso trío cursa estudios en el Colegio Rodolfo Chiari, ubicado en la provincia de Aguadulce, y participaron de la XIV Feria Científica del Ingenio 2011 que realizó la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), en el Centro Vasco Núñez de Balboa del Hotel El Panamá.
Estos talentosos jóvenes se documentaron muy bien sobre la panela, por eso explicaban a los que admiraban su proyecto que este dulce sirve para limpiar el organismo, el resfriado, entre otras bondades.
Ellos son conscientes que esta tradición que identifica a los panameños, se está perdiendo. También de que a lo mejor esta actividad pueda estar desapareciendo, porque no tiene un gran auge económico.
Les tomó dos días desarrollar su proyecto y les quedó tan bien que ya han recibido muchas ofertas de empresarios de Aguadulce, para ver de qué manera pueden ponerlo en el mercado.
Estos jóvenes están orgullosos de sus orígenes y de los productos tradicionales de la campiña interiorana, por eso seguirán en su lucha por rescatar estas delicias que gustan a grandes y chicos.
Paralelamente, se concentrarán en sus estudios con el objetivo de graduarse y poder asistir a la Universidad a seguir una carrera que les permita ser exitosos y hombres de bien.