
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
A López le colocaron oxígeno. Estaba más arriba que Márquez.
Márquez tenía más golpes, pues solo colgaba del arnés.
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
A López le colocaron oxígeno. Estaba más arriba que Márquez.
Márquez tenía más golpes, pues solo colgaba del arnés.
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
A López le colocaron oxígeno. Estaba más arriba que Márquez.
Márquez tenía más golpes, pues solo colgaba del arnés.
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
A López le colocaron oxígeno. Estaba más arriba que Márquez.
Márquez tenía más golpes, pues solo colgaba del arnés.
Fueron más de 45 minutos los que estos hombres estuvieron colgados en espera de ayuda, pues la incomodidad no les permitía estabilizarse.Foto: EVERGTON LEMON
A López le colocaron oxígeno. Estaba más arriba que Márquez.
Márquez tenía más golpes, pues solo colgaba del arnés.
Los compañeros no salían del asombro pues, al mirar hacia arriba, exactamente en el piso 26 del edificio Oasis, en construcción, Ariel Márquez y Orlando López, los dos de 31 años, colgaban del andamio, que se soltó de uno de sus extremos haciendo que los dos hombres quedaran guindados en las alturas.
Ambos obreros son albañiles y estaban repellando la pared externa del inmueble.
Inmediatamente los bomberos, el Sinaproc y personal del SUME 911 llegaron al lugar para socorrerlos. Los rescatistas les hablaban para mantenerlos calmados, mientras otros exploraban cómo hacer para bajarlos sanos y salvos.
Desde un edificio contiguo lanzaban una soga, pero era imposible que llegara por la distancia y porque, de los nervios, no atinaban a que cayera en el lugar preciso.
Fue entonces cuando personal del Sinaproc y cinco obreros, entre ellos Juan Antonio De León, subieron en otro andamio y, con mazo en mano, abrieron un hueco en la pared por donde sacaron a los dos obreros, quienes estaban asustados y estropeados por la tensión.
“Solo quería rescatar a mis compañeros, no sé cómo se llaman, pero quería que estuvieran bien”, dijo De León.
Mientras se daba el operativo de rescate, abajo las personas oraban para que estos dos hombres salieran bien librados. Ya cuando avisaron que estaban en planta baja, la alegría volvió al rostro de quienes presenciaban esta escena que parecía sacada de una película de acción.