¡Qué lindos son los niños!, pero cuando son traviesos, muchos son los dolores de cabeza que nos dan. La mayoría de los padres se quejan de las travesuras de sus críos; sin embargo, muchas veces, esas pequeñas travesuras pueden convertirse en una verdadera tragedia. Si éste es su caso, preste atención a lo que debe hacer:
Si el niño se ha tragado un objeto diminuto, como un botón o la semilla de una fruta, no hay por qué asustarse. Lo mejor es que tome alimentos con mucha fibra, darle líquidos y pan para facilitar el paso por el tubo digestivo. Si se ha tragado un objeto punzante, como un imperdible, es apropiado llevarlo al médico. Si introduce algún objeto extraño en su nariz o en los oídos no es conveniente sacarlo uno mismo, porque podemos introducirlo más. En caso de asfixia, es necesario colocar boca abajo al menor, sujetándolo por los pies y darle pequeños golpecitos en la espalda a la altura del pecho. Si no reacciona, es conveniente llevarlo a urgencias médicas. A los niños les gusta saltar sobre los muebles, si llegara a golpearse la cabeza, puede sufrir una contusión leve. Si el golpe es grave el niño presentará vómitos, estará pálido y dormirá fácilmente, se quejará del dolor de cabeza y perderá el apetito. Ante estos síntomas es recomendable llevarlo al pediatra, y si el percance ocurrió en la noche, es mejor evitar que se duerma para asegurarnos de que no está inconsciente. Un hecho común es cuando se pisan los dedos con las puertas, se lastiman las uñas, sangran y lloran. Cálmelo con un caramelo, mientras limpia la zona afectada con una solución antiséptica.
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