Un gol del argentino Lucho Figueroa dio ayer un importante triunfo 1 por 0 al Villarreal del chileno Manuel Pellegrini, ante un Valencia en el que Pablo Aimar lució especialmente.
Al Villarreal le bastó con mantenerse fiel a su estilo de juego y la buena actuación de su portero Mariano Barbosa, para derrotar por la mínima al Valencia y mantener su imparable progresión en la clasificación; mientras que el equipo visitante sigue desinflándose y comienza a descolgarse de la zona alta de la tabla.
Algo más que tres puntos se disputaban en El Madrigal, y es que Villarreal y Valencia ponían en juego la hegemonía del fútbol valenciano, en un encuentro que debía calibrar las ambiciones de los dos equipos en esta Liga.
El Villarreal no tardó mucho en despejar las dudas. Ni las numerosas e importantes bajas en su alineación, ni el cansancio acumulado por disputar su tercer partido en una semana, hicieron mella en el estilo de juego de los castellonenses.
Los de Pellegrini imponían su personalidad en el campo ante un Valencia deslavazado.
DESPISTADOS
Los nervios afloraron en el Valencia, que no encontraba la forma de hacer daño al Villarreal.
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