“Los Gobiernos pasan y el hambre queda”. Esa es la expresión más sonada en los barrios populares de la capital y otros puntos del país.
Actualmente, en Panamá, más de la mitad de la población económicamente activa, se encuentra en déficit laboral.
Ante esta preocupante situación, muchos panameños se las han ingeniado para llevar unos cuantos reales a su casa, a fin de poder sobrevivir junto a su familia. Varios sociólogos locales coinciden en que esta problemática empeora con la creciente deserción escolar, la desintegración familiar, madres precoces, el analfabetismo y situaciones de violencia. Sin embargo, hay quienes se han atrevido a aventurarse en actividades poco comunes.
NEGOCIO SUCIO, PERO HONRADO
Uno de ellos es el chiricano José Santamaría, quien se ha destacado en el campo de la albañilería. Para él, esta labor le ha dejado muchas ganancias, empero, su principal obstáculo es que para trabajar en la construcción hay que tener muchas “palancas”, y eso es lo que le falta.
Un buen día, uno de sus cuñados lo convidó a trabajar en un local de compra y ventas Marjori, ubicado en Santa Cruz de Curundú. Allí, sofocado y manchado de carbón y tierra, nos relató que esta invitación ha sido de mucho provecho, pues aunque poco, él está recaudando algo para su sustento diario.
Y es que los vendedores de lata, cobre, botellas y otros materiales reciclables, están a la orden del día. Muchos pasan regateando en este sector donde proliferan estos centros de negocio popular.
TRABAJO + AMOR: SACRIFICIO
Siguiendo el recorrido por las calles de la ciudad, se notaron otros trabajos informales, tales como la venta de picantes caseros, manicura y pedicura en las aceras a precios módicos y los tradicionales puestos de buhonería.
En calle 23 Calidonia, próximo al Mercadito de Calidonia, estaba Yolanda y su esposo Mario en un estrecho local rallando coco, producto que venden a cincuenta centavos la libra.
Esta pareja tiene 12 años de aventurarse en esta actividad, ante la falta de empleo. Tanto es su deseo de trabajar, que no rallan coco manualmente, sino que con un motor de lavadora hicieron un rallo eléctrico, y en unos cuantos minutos, le tienen el producto listo para llevarlo a la paila.
Los esposos Broce revelaron que no compran cualquier coco, sólo usan coco costeño, mejor conocido como “tres filos”, fruta que compran en esta temporada a B/.12.00 el ciento. Una de sus clientelas fijas son las “paleteras”.
“MENOS ESTAR DE BALDE”
Otro ejemplo de panameños desempleados que buscan su dinero en las calles, es la peruana nacionalizada panameña, Manuela del Pilar Ibarra, quien se ubica con su carretilla en los predios del Parque Legislativo. Dijo que hace nueve años se desempeña como mujer, ama de casa y trabajadora con la venta de agua de pipa, jugo de naranja y las estrambóticas ensaladas de mango y mangotín. Otros buhoneros ofrecen hasta ensaladas de mamón con “kool aid”, salsa china y otros aderezos fuera de lo común, todo con tal de “sumar”.
LA CASA PROMETIDA
Y al seguir conversando con panameños entusiastas ante la falta de oportunidades laborales, conocimos al señor Carlos Gómez, a su esposa Irasema y su pequeño hijo Jan Carlos, cerca de la Plaza 5 de Mayo. Los tres estaban vociferando a todo pulmón el producto del día: ungüentos y vinchas tricolores en ocasión del mes de la patria.
Esta familia contó a DIAaDIA que tienen 15 años de ser buhoneros ambulantes, y que en este negocio hay épocas altas y bajas, pero le han puesto empeño y han superado crisis; a tal punto que han logrado que una inmobiliaria les aprobara su casa en Tocumen, cosa que nunca imaginaron, pero ocurrió. Hasta nos mostraron los papeles en medio de su alegría.
Ahora sólo están esperando a finales de diciembre para ocupar su nueva casa y abandonar su techo improvisado allá en la barriada Tierra Prometida de Alcalde Díaz.
LOS MAS POPULARES
Otro de los empleos muy de moda es el que han creado los "bien cuida’o", también están los vendedores de pegamentos de 3 por un cuara, los chicheros y prevalece ya una gran competencia en la venta de “minutos a cuara”, y hasta de B/.0.20. Algunos no quisieron hablar sobre el tema.
SALARIO MAS BAJO
Entre 1980 y 2004, el poder adquisitivo de los salarios mínimos en Latinoamérica se redujo en un 22%, y desde 1990, seis de cada diez nuevos trabajadores se ubican en el sector informal.
PRECIOS DE LA COMPRA Y VENTA
Lata y aluminio: 40 cts la libra. Cobre: B/.1.10 Papel: B/.0.10. Baterías: B/.1.00. Bronce y plomo: B/.0.15. Botellas: B/.0.05. Hierro: B/.3.00.
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