Vivos de milagro. El fuego que el viernes consumió dos barracas en Curundú, conocidas como Nuevo Tívoli, además de dejar sin hogar a decenas de familias, casi acaba con las vidas de ellos.
ARRIESGADA
Todo lo hizo por su bebé. En su desesperación por salvar su vida y con cinco meses de embarazo, Eina Chanin se lanzó de pie desde el balcón que tiene una altura de más o menos 4 ó 5 metros, cuando el fuego comenzó a quemar parte de la barraca donde residía. "No tenía otra oportunidad, ya el fuego había agarrado las escaleras y tenía que salvarme de alguna manera. Mientras mi marido sacaba las cosas para ver si se salvaba algo, yo me tiré de pie como quien se tira a un charco, gracias a Dios sólo me lastimé los pies y no sufrí ningún golpe y el bebé tampoco", dijo Eina.
Otra que lo perdió todo fue la familia Yau, que en su mayoría son niños, quienes pidieron ayuda para no seguir pasando frío y hambre.
Se necesita todo tipo de donaciones, desde comida hasta artículos de higiene personal, colchones y ropa.
AFECTADOS
Hay en total 36 familias damnificadas; además, 18 familias afectadas por el humo y agua. Sólo les darán cuartos a familias que tengan niños.
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