Si alguna jugadora luchó más en las últimas semanas para lograr su clasificación para el Masters femenino, ésta fue la eslovaca Daniela Hantuchova, quien echó el resto en Linz y logró su plaza, con la misma determinación con la que aparta de su plato las patatas fritas para guardar su línea.
"Intento tener cuidado con las comidas", dijo. Además de "no comer demasiadas patatas fritas antes de un partido, pero aparte de esto, como de todo", comentó.
Ganadora este año de dos torneos, Indian Wells y Linz, donde obtuvo el billete para Madrid, Hantuchova es una de las bellezas del torneo que reúne a las maestras, capaz de rivalizar con la rusa Maria Sharapova o la serbia Ana Ivanovic, aunque no le gusta demasiado que se le considere solo por eso.
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