En la etapa de la niñez, uno sueña con "ser grande" y hacer cosas buenas. ¡Qué momentos aquellos! Olmedo Bethancourt no es la excepción. El tiempo pasa, y ese momento anhelado llega como cuando cae la noche sobre el ocaso.
A la edad de cinco años, dijo que quería ser plomero y se quedaba mirando a los expertos en la materia. Su capacidad intelectual absorbió todos los conocimientos en esa época, y poco a poco fue copiando aquellas cosas esenciales en la reparación de tuberías.
Pasito a pasito fue ganando experiencias, realizó trabajos a domicilio; primero en casa de sus familiares y luego con los vecinos, hasta ganarse el aprecio de una clientela del barrio que lo recomendaba por su trabajo. Su carta de presentación: un buen trabajo y la sencillez y la honradez.
Han pasado veinticuatro años y se considera uno de los mejores plomeros de Panamá, especialmente en la Agencia Plomería de Servicio Guzmán, donde labora desde hace cinco años. Aunque no tiene hijos, dijo que no descarta esa posibilidad, "por mientras seguiré trabajando y gozando de la vida".
Si bien es cierto, unos aprenden en la escuela de la vida; otros se forjan en las frías aulas de clases. En este caso, Bethancourt comentó que también tomó un curso para afianzar sus conocimientos. Pero eso no es todo, pues sabe distribuir bien su tiempo, ya que trabaja ocho horas al día y también cursa el II año en la Facultad de Administración Pública.
También reveló que es graduado de Bachiller en Comercio en el Instituto Profesional y Técnico Nicolás del Rosario, ubicado en Los Andes, y su meta futura es ser Agente de Aduanas.
Recalcó que labora ocho horas diarias y eso le representa arriba de los cincuenta dólares, motivo por el cual está conforme con su labor.
Este ciudadano emprendedor manifestó que reside en Santa Marta de San Miguelito.
POSITIVO
Invitó a los jóvenes a ser entusiastas, pensar positivamente y ser serviciales para no estancarse en una vida de delincuencia.
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