Obtener un permiso de trabajo es toda una odisea. Ese es otro dolor de cabeza para la mayoría de los refugiados en Panamá. Sin embargo, para Kevin Sánchez, del Programa de Investigación y Comunicación del Servicio Jesuita a Refugiados, lo ideal es que ellos se integren a las comunidades darienitas a las que llegaron y puedan autosostenerse. "Muchos de ellos sobreviven en actividades informales", dijo.
Hasta el 2006, la Oficina Nacional para la Atención a los Refugiados (ONPAR) registró 947 refugiados y aunque se piense que la mayoría son colombianos, resulta que también hay cubanos, salvadoreños, nicaragüenses. En Panamá existen unos 829 colombianos como Protegido Humanitario Temporal, denominación que se otorga a ciudadanos que tienen 10 años de permanecer en Darién.
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