La familia Vega pasó el susto de su vida cuando a las 5:00 de la mañana escucharon un estropicio y se percataron que la pared de uno de los cuartos se había caído.
Según Sadot Vega, tienen más de 10 años de vivir en Las Sosas de Burunga, en Arraiján y nunca les había sucedido.
En este sentido, los inspectores de SINAPROC visitaron el lugar para realizar las evaluaciones y recomendaron a las familias que se mantuvieran en la parte delantera de las casas, puesto que el suelo presenta una grieta de unos 500 metros.
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