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Mauro Mojica nunca ha podido dormir en una cama con colchón.

Melquiades V?uez

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    Melquiades Vásquez

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    Melquiades Vásquez

Melquiades Vásquez A. / Veraguas - DIAaDIA

Mauro Mojica es un veragüense residente en la Barriada El Forestal de Santiago y está desesperado. Necesita urgentemente ayuda; padece hace 48 años de diabetes y cada vez le es más difícil comprar sus medicamentos y duerme en un cartón sobre el suelo, ya que nunca ha tenido una cama con colchón.

Mauro, con lo poco que gana lustrando zapatos, apenas sobrevive y ayuda a su anciana madre.

Este humilde hombre de 56 años de edad reveló que es muy duro para él sostenerse con lo que obtiene limpiando zapatos. Pero a veces entra en crisis, porque no obtiene el dinero suficiente para comprar sus inyecciones.

"Con lo que gano compró comida y apenas me alcanza para otros gastos del hogar, porque no logro suficientes ingresos, situación que me lleva a vivir en condiciones de mucha pobreza junto a mi madre", explicó.

También señaló que empezó a trabajar limpiando calzados en las calles de la ciudad de Santiago, desde los 6 años, y de esa forma terminó su sexto grado, tenía deseos de superarse, pero no pudo ir a la secundaria.

Para Mauro, el mayor de sus deseos era estudiar y ser maestro o tener cualquiera otra profesión y así ayudar a su mamá, pero no tenía el recurso necesario para pagar los gastos de matrícula y uniformes de la escuela en aquellos tiempos.

Dijo que le gusta leer y estar enterado de lo que ocurre en Veraguas, Panamá y el mundo, a través de las noticias que salen en los periódicos.

Mojica apela tanto a la solidaridad de los santiagueños como de las autoridades gubernamentales para que se le exonere o subsidie la insulina, medicamento que debe usar, y que se le compre una cama y un colchón que necesita hace más de 50 años.

La vida para Mauro Mojica, con una dieta estricta, es demasiado dura, ya que son mínimos los alimentos que él puede consumir.

Este lustrador de calzados comentó que ninguna autoridad se ha preocupado por el estado en que vive, por la enfermedad que padece. El único que lo ha apoyado es Eric Caballero, dirigente deportivo de Santiago, quien le ayuda algunas veces a comprar las inyecciones de insulina, que debe aplicarse a diario para seguir viviendo.

A Mauro le causa mucha tristeza ver como los jóvenes menores de edad en nuestro país se meten en problemas de drogas y pandillas, malgastando el tiempo, en vez de prepararse de manera profesional para sobresalir en la comunidad.

 
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