
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Para primera comunión.
Tradiciones panameñas.
Sus trabajos son sencillos.
Hay de todos los diseños.
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Para primera comunión.
Tradiciones panameñas.
Sus trabajos son sencillos.
Hay de todos los diseños.
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Para primera comunión.
Tradiciones panameñas.
Sus trabajos son sencillos.
Hay de todos los diseños.
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Para primera comunión.
Tradiciones panameñas.
Sus trabajos son sencillos.
Hay de todos los diseños.
Sugey disfruta mucho al realizar su trabajo.
Fotos: MILLIE RAMOS
Para primera comunión.
Tradiciones panameñas.
Sus trabajos son sencillos.
Hay de todos los diseños.
Sugey Ester Ortega tiene 40 años, y desde que su hija nació encontró una nueva manera de ganarse la vida, pues aprendió a confeccionar sabanillas, sombreros, zapatitos tejidos a mano, entre otras manualidades.
Sus compañeros de trabajo, al ver las sabanillas, sombreros y zapatitos le preguntaron quién realizaba tan hermosas confecciones. Al decirles que ella las hacía, le comenzaron a hacer pedidos.
Lo que comenzó como pasatiempo de una mujer embarazada, terminó en un negocio que traería mejores ingresos para Sugey y su familia.
Al principio confeccionaba artículos para bebés, luego quiso emprender nuevas ideas y por medio de videos que encontró por internet, aprendió a confeccionar unos bolígrafos muy curiosos.
Les hizo diseños de Rosita Fresita, princesas y de Dora la Exploradora.
Hacer uno de estos lapiceros le toma entre una y dos horas, y su costo es de dos a cuatro dólares, dependiendo del diseño y la inversión que le toma cada uno.
Su negocio lo realiza a domicilio, los clientes le hacen los pedidos de forma anticipada y lleva puerta a puerta cada uno de los artículos.
Para Sugey lo más importante de su negocio es el amor que le tiene, ya que tiene su propio trabajo, pero encontró en sus confecciones una forma de obtener ingresos extra, puesto que la vida se pone cada vez más dura y hay que buscar la forma de salir adelante.
Esta emprendedora mujer exhorta a todos los panameños a que busquen un motivo para aprender e incursionar en proyectos propios que puedan dejarles un ingreso extra, de manera sana.