Las 3:50 de la mañana. La gente dormía en el sector 9 de la barriada Nueve de Enero, refrescando el cansancio que dejó los festejos por las fiestas patrias. A esa hora sonó la alarma, los gritos desesperados de unos niños despertaron a la comunidad, porque una fuerte llamarada estaba consumiendo su casa de madera y zinc, ubicada en el lote 65. Dentro de la residencia murió prácticamente calcinado el pequeño de dos años Steven López, en medio de la impotencia de quienes quisieron ayudar.

Kiara, la quinceañera hermana del menor, hizo lo que pudo. Producto de la impresión sufrió un colapso nervioso, ya que gritaba que se sentía culpable por no haber salvado al infante.

La tía de los niños, la señora Yeny López, se convirtió en ese triste momento en el bastón de ese hogar destruido por la desgracia. La madre de los pequeños, la señora de 32 años Jaqueline López, tuvo que ser hospitalizada puesto que comenzó a sangrar por la nariz y se desmayó, ya que al momento del incidente ni ella ni su esposo Ricauter se encontraban en el hogar, vecinos aseguran que estaban en una fiesta.

Yeni recordó que Steven era travieso y que divertía a los demás por sus salidas jocosas, por eso toda la comunidad lo llora.