Hay que reconocer que Juan Gabriel sí que tiene carisma, o por lo menos labia. Fíjense que luego de llegar con más de cuatro horas de retraso a un concierto, el "showman" logró que el público lo disculpara y hasta sonriera. A su demorada llegada, Juanga, muy risueño y carilimpio, dijo: "Perdón, pero no pude llegar más tarde. Pero pase lo que pase, siempre llego, ¿no?".
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