El derby en la noche fría del otoño madrileño no podía decepcionar. Fue una guerra en la que el Vicente Calderón estuvo a punto de comerse vivo al Real Madrid, pero un señor arquero llamado Iker Casillas consumó la victoria blanca 2-3 sobre el Atlético de Madrid.
Los dirigidos por Manuel Pellegrini terminaron pidiendo la hora, desesperados ante un asedio rojiblanco que parecía consumar un empate de garra, pues tras ir perdiendo 0-3, logró poner el partido a punto de un empate espectacular.
El equipo blanco arrancó con una victoria parcial gracias a un gol de media distancia de Kaká, al minuto 5, desde la frontal a pase de Lass. Luego, un gol de factura de Marcelo (24') enviaba el partido al descanso con un cómodo 2-0 para los visitantes.
En la segunda mitad, Gonzalo Higuaín ponía el 3-0 al minuto 64, hasta el momento nadie sospechaba que sería el gol de la victoria. Fue una excelente jugada donde el argentino dejó pagando a Amaranto Perea y remató de gran forma al arco, poco después sería sustituido por Raúl.
Después, a lo macho, llegó la arremetida colchonera, con el valor agregado de la tarjeta Roja a Sergio Ramos al minuto 66.
Primero, al "Pichichi", que se reencontraba con el gol, Diego Forlán le pegó un zurdazo dentro del área para vencer a Casillas al minuto 79.
Poco después, al 81, Sergio Agüero hacía ver a Pepe como un muñeco de trapo y cartón y a fuerza de potrero enviaba la pelota a la red para armar la gorda.
Todo lo demás fue un asedio constante del equipo local, que viendo las posibilidades de sacar el 3-3 armó una arrinconada al Madrid que sólo supo defenderse y en una de esas, en la más clara, y en la menos clara, en todas, paró Casillas, ese arquero fenomenal que hoy se gana ser el mejor del mundo.
ARRIBA
En los últimos cinco años, el Real Madrid ha dominado en los derbis ganando en el Vicente Calderón.