Sólo quieren que los ayuden. En una casita hecha con tres viejas hojas de zinc y jara (caña de pixbae) viven tres adultos mayores en pobreza extrema, en la comunidad de Aguacate Arriba, en Capira.

Sentado en una cama de palo, que tiene por colchón un pedazo de cartón, Gertrudis Rodríguez, de 72 años de edad, contó cómo perdió la vista cuando apenas era un hombre joven.

Con unas gafas oscuras que ocultaban la ceguera de sus ojos, el anciano explicó que a causa de una alfombrilla perdió la vista en el ojo izquierdo.

Con un solo ojo se dedicó por muchos años a trabajar el monte, pero hace 45 años tropezó, cayó y se cortó el ojo que tenía sano con una lata, por lo que quedó ciego al instante.

Ahora comparte la diminuta casa con sus hermanos Narciso, de 69 años, y Cándido Rodríguez, de 68. Como son tan pobres se alimentan de guineos, plátanos y yucas que siembra uno de sus hermanos.

Estos tres adultos mayores hacen un llamado al Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) para que el bono de los 100 a los 70 sea entregado lo más pronto posible, para tener algo de dinero para comprar comida.

Además, sueñan con una casa un poquito más grande, porque en la que tienen no caben los tres hermanos.

SOLOS

Los tres adultos mayores viven solos, sin nadie que los atienda. Además, no tienen agua ni luz en su casita.