Aunque los bebés tienen un olor natural muy agradable, la verdad es que la higiene cuando están recién nacidos es fundamental para que puedan gozar de bienestar y salud.
El baño es un momento único, no sólo desde el punto de vista de la higiene, sino también de relación y contacto con los padres. Los bebés necesitan un baño diario. Les ayuda a relajarse y, por supuesto, a estar limpios.
Hay que convertir ese momento en el más especial del día. Es el momento en el que podemos jugar con nuestro bebé y él puede disfrutar más que nunca del contacto con los padres. Tampoco está de más observarle desnudo y asegurarnos de que todo va bien.
En la maternidad suelen bañar al bebé después de nacer y haberle realizado las primeras pruebas. Que el cordón umbilical todavía no haya cicatrizado, no supone ningún problema.
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