Las obras pictóricas realizadas por el artista panameño, Eduardo Navarro, captan la admiración de los amantes del arte, por la gran belleza que plasma por medio de los colores vivos reflejados en sus caballos. Este pintor panameño ha llevado sus pinturas a diferentes países del mundo. Su última exposición la hizo el pasado 3 de septiembre en Buenos Aires, Argentina, donde exhibió un total de nueve obras presentadas en coloridos caballos, en formatos de casi cinco metros de alto.
Navarro, que nació en la ciudad de Panamá, nos comenta que desde los tres años empezó a dibujar y a los trece años practicó la pintura en óleo, de allí pasó a la plumilla en papel de acuarelas, entre otros.
Nos comentó que desde pequeño montaba caballo y la idea de pintar a estos corceles surgió cuando Gloria Chú le pidió que pintara un caballo en la pared de un restaurante que ella iba a inaugurar al público. Ese fue el primer paso, ya que la obra le encantó al público y desde allí se le ocurrió la idea de pintar caballos. Navarro ha ganado premios de pintura en Bogotá, Colombia; Japón, España, Francia, Estados Unidos, Perú, Cuba, Puerto Rico, Chile, entre otros países. Sus obras presentadas en coloridos caballos están basadas en la técnica de pinturas en agua, acrílicos sobre telas pre-impresas que dan mucho color y textura.
Los tamaños se deben a que él quería tratar de impactar lo más fuerte posible a las críticas del público.
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