Toda una institución en cuanto a viajes en el mar se refiere. Este es el caso de Daniel Chávez, de 38 años, capitán de bote con más de 12 años de hacer viajes del pueblo de Unión Santeña a Coquira, Chepo.

Es el único que presta el servicio en este pueblo, cuyo único medio de transporte es por vía marítima. Su experiencia navegando la adquirió de muy joven, cuando era pescador, contando con la ayuda de Gabriel "Chino" Alvarado.

Cuenta que ha tenido momentos difíciles. Cuando hay mal tiempo y fuertes marejadas, trata de buscar el refugio más cercano, o en caso de no encontrarlo, trata de maniobrar para no irse a pique. En ocasiones los pasajeros ayudan a chicar (sacar agua del bote con una vasija).

Señaló que el tramo más peligroso es de Felipillo a Punta Maestra, en vista de que no hay refugio. A pesar de todo, nunca ha tenido accidentes. Dice que ha contado con "la bendición de Dios".

Para viajar debe calcular el tiempo, la distancia y la marea por tablas. A veces usa su brújula, en las noches tiene sus propios faros, aunque también se guía por los faros de Isla Contadora. Siempre debe esperar marea alta. Si hay luna llena, como suele suceder a veces, no hace falta iluminación, todo el camino está claro y además se lo sabe de memoria.

Por seguridad, tiene una luz intermitente de señal para evitar accidentes con los barcos pesqueros en las noches. De día el viaje es más fácil, siempre y cuando no llueva con brisas.

Su embarcación, llamada "El Conatiner", no es como dice la canción "entren que caben cien", sino que además trae encomiendas de la capital, ofreciendo precios accesibles para sus coterráneos santeños.

Tiene además su finca, siendo el sustento de sus cinco hijos y cónyuge, Maribel Figueroa. Siente que en esta faena le ha ido muy bien y no tiene quejas.

Cumple con todos los requisitos de seguridad y tiene sus permisos de la Autoridad Marítima de Panamá. Con el aumento de la gasolina ha tenido que aumentar el costo del pasaje de 7 a 8 dólares.