El Reto de Trovadores ha sido en sí un gran reto para la producción de TVN. La voces no han mejorado, con excepción del veragüense Fidel Cedeño, quien ha madurado su saloma, la mejor del grupo.

La única mujer, María Marín, sigue siendo la voz más clara y potente, pero su proyección no le ayuda mucho, pues por momentos no se sabe si está cantando décimas o bailando un Punto (baile folclórico). El resto del grupo sigue con voces débiles y salomas poco atractivas.

Lo que sí es digno de elogiar de la pasada gala fue la valentía del chiricano Edward Javier Guerra, quien como gato boca arriba y a pesar de una voz poco melodiosa, se defendió muy bien en la improvisación y fue el único de la noche que logró robarse los aplausos del público, por lo que no debió ser sentenciado, y en su lugar debió quedar el chorrerano Moisés Guerra. Bueno, pero como todos sabemos, lo que el jurado decide es inapelable. Ahhh... los invitados de la noche debieron ser: los moriquetos de la noche. No sé si fue improvisación o versos preparados lo que intentaron cantar, lo cierto es que la payasada fue exagerada y por momentos de mal gusto.

De los presentadores, el traje de Karen Peralta creo que hubiese quedado mejor en un coctel. Me parece que menos maquillaje y menos postizos le hubieran ido mejor. Por su parte, Jorge Aquiles confesó que no usa sombrero porque quiere imponer su propio estilo. Aun así, seguimos creyendo que el estilo "Folk" del programa exige que lleve un sombrero y que le favorecería muchísimo y se sentiría más cómodo. ¿No creen?

Les cuento además, que otra vez el chiricano, fue sentenciado, lo que no le gustó para nada, pues puso cara de pocos amigos. Bueno, veremos qué pasará en la próxima gala en el Centro Recreativo Fucer.