La asesinaron en un camino rodeado de herbazales. En la madrugada del domingo, los residentes de la tercera etapa de Santa Librada escucharon, a lo lejos, los ladridos de los perros, sin percatarse que a pocos metros habían matado a una mujer.

La víctima responde al nombre de Mireya Bravo, de 36 años, quien estaba tirada en un camino cerca al cuadro de fútbol.

A pocos metros de distancia estaba un caserío, pero lo más asombroso es que, supuestamente, nadie escuchó nada.

Fue una llamada anónima la que alertó a las unidades policiales de que una mujer había sido asesinada y al llegar al lugar, a las 8:30 a.m., de ayer se encontraron con la escena.

Bravo tenía un impacto de bala en la espalda que le salió al pecho. Por la forma en que cayó el cuerpo al suelo, se presume que el homicida la puso de rodillas y sin piedad disparó contra la mujer.

Ella vestía un pantalón jeans a la rodilla, un suéter chocolate y llevaba una bolsa de color negro.

Al sitio llegaron los familiares, que no podían creer lo ocurrido y entre ellos mismos trataban de buscar una explicación a este hecho. Ella vivía en el Valle de San Isidro y tenía seis hijos.

La comunidad está alarmada por este crimen.

LEY DEL SILENCIO

Las personas cerca al lugar del hallazgo prefirieron no hablar por temor a represalias. En el área gobiernan varias pandillas.