
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JES? SIMMONS
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JES? SIMMONS
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JES? SIMMONS
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JESÚS SIMMONS
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JESÚS SIMMONS
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JESÚS SIMMONS
Roberto no se arrepiente del oficio que escogió hace años, porque si Dios se lo permite en dos años se acogerá a su jubilación.
Foto: JESÚS SIMMONS
Como si fuera ayer, recuerda que fue un 18 de julio de 1976, cuando empezó a trabajar recogiendo basura, en esa época solo ganaba $150.00.
De eso ya han pasado 35 años, de duro trabajo, ya que además tiene que soportar los improperios que le grita la gente, sobre todo los jóvenes quienes muchas veces se burlan por recoger basura.
Él no le hace caso a eso, pues es consciente que si no recogen la basura todos se pueden enfermar. A pesar de esos inconvenientes ha tenido buenas anécdotas como: conocer a Roberto “Mano de Piedra” Durán, quien le regaló para un día de la madre $100.00 para que se los repartieran entre los cinco compañeros que ese día fueron a recoger la basura a su casa. También conoció al “Tigre de Santa Isabel”, Ismael Laguna y tuvo la dicha de estar en la presidencia de la República, siempre haciendo su trabajo de recolector de basura.
Otra anécdota que recuerda fueron los 27 años que trabajó en Miraflores, Betania, conocida como la ruta de los caballos, debido a las lomas que hay en el sector y en donde tenían que correr toda la distancia detrás del camión.
En ese lugar vio niñas crecer y convertirse en madres de familia de tantos años que diariamente les recogió la basura en sus casas y donde se ganó el cariño de la gente. Además que con su labor crió a sus tres hijos.
Hoy al celebrarse el Día del Recolector, Ruíz está feliz, porque con la nueva Autoridad de Aseo su situación y la de sus compañeros ha mejorado mucho.