Eterna gratitud


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María es madre soltera, pues su esposo murió en el año 2004, por eso lleva el peso económico de su hogar.

Fotos: E. LEMON/J. SIMMONS

  • Eterna gratitud

    María es madre soltera, pues su esposo murió en el año 2004, por eso lleva el peso económico de su hogar.

    Fotos: E. LEMON/J. SIMMONS

  • Eterna gratitud

    Los carros no llegan hasta su casa.

  • Eterna gratitud

    Dionisio estaba contento con su cama.

  • Eterna gratitud

    Lemon llegando a la casa de María.

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    María es madre soltera, pues su esposo murió en el año 2004, por eso lleva el peso económico de su hogar.

    Fotos: E. LEMON/J. SIMMONS

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    Los carros no llegan hasta su casa.

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    Dionisio estaba contento con su cama.

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    Lemon llegando a la casa de María.

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    María es madre soltera, pues su esposo murió en el año 2004, por eso lleva el peso económico de su hogar.

    Fotos: E. LEMON/J. SIMMONS

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    Los carros no llegan hasta su casa.

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    Dionisio estaba contento con su cama.

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    Lemon llegando a la casa de María.

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    María es madre soltera, pues su esposo murió en el año 2004, por eso lleva el peso económico de su hogar.

    Fotos: E. LEMON/J. SIMMONS

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    Los carros no llegan hasta su casa.

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    Dionisio estaba contento con su cama.

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    Lemon llegando a la casa de María.

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    María es madre soltera, pues su esposo murió en el año 2004, por eso lleva el peso económico de su hogar.

    Fotos: E. LEMON/J. SIMMONS

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    Los carros no llegan hasta su casa.

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    Dionisio estaba contento con su cama.

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    Lemon llegando a la casa de María.

Jesús Simmons - DIAaDIA

Su rostro lo decía todo. Llegar a la casa de María Rodríguez, en El Progreso de La Chorrera, no fue nada fácil por lo inaccesible del camino, sin embargo, esto no fue impedimento para que el equipo de DIAaDIA les llevara unas donaciones que los lectores hicieron llegar al periódico.

La primera semana de septiembre, DIAaDIA publicó un reportaje sobre las condiciones en que vive esta humilde mujer junto a cuatro de sus 12 hijos.

Luego de caminar más de media hora con un colchón a cuestas, por un camino de tierra y piedras, el fotógrafo Evergton Lemon llegó a la casita de zinc de María, quien al ver el colchón y conocer el resto de las donaciones que estaban en el carro sonrió dulcemente.

“Yo no esperaba esa ayuda, por eso se los voy a agradecer bastante, porque mi vida es muy difícil”, dijo en tono bastante triste. Y es que con un salario de $100.00 mensuales, ella tiene que hacer frente a los gastos de su hogar.

Su casita no será una mansión, pero está llena de amor y sacrificio por sacar adelante a sus hijos. Además, en medio de su pobreza, regaló a DIAaDIA y a los lectores que se interesaron en su caso, una sincera sonrisa por las donaciones recibidas.

Acompañada de su hijo Dionisio, de 12 años, quien tiene lento aprendizaje, caminó hasta el auto, que estaba a media hora de camino de su casa, para ver el resto de la ayuda.

A esta mujer, el saber que hay personas de noble corazón que se preocupan por el bienestar de los menos afortunados en el país, le conforta mucho. Es por esto que aprovechó para enviar su agradecimiento, pues lo donado le será de gran ayuda en su vida, especialmente la estufa y el tanque de gas, porque ahora será más fácil cocinar. A pesar de que la quincena no le alcanza, guarda la esperanza de que lleguen mejores días a su vida y la de sus hijos.

 
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