Si tuviéramos que definir el origen de nuestra historia como nación libre y soberana, deberíamos partir del 10 de noviembre de 1821, cuando se dio el primer grito de independencia de Panamá de España, en La Villa de Los Santos. Este fue el paso decisivo que aceleró todo el movimiento preparado desde la capital.
LAS DIFERENCIAS
El historiador Mariano Arosemena describe el movimiento: “En La Villa de Los Santos aparece un movimiento revolucionario, aunque de una manera irregular y deficiente, pues sus habitantes no declararon el gobierno que se daba, ni cosa alguna sobre los negocios de la transformación política. Sin embargo, ese levantamiento del pueblo santeño hizo una fuerte impresión en la capital". En ese momento, saltaba a la vista una marcada diferencia entre los rebeldes santeños y los criollos de la capital, en cuanto a la perspectiva del movimiento emancipador.
Con el grito, vino también la creación de un acta que concibe un istmo en democracia y sienta el precedente de la consulta popular, donde todo ciudadano debe participar en la toma de decisiones importantes. Las ansias de un gobierno sin discriminaciones y de prosperidad económica, fueron los sentimientos motivadores de los istmeños que participaron en esta gesta patriótica. Diferencia que también salta a la vista al comparar las actas del 10 y del 28 de noviembre de 1821.
Este movimiento fue la base para que Pesé y Natá acuerparan la iniciativa de los azuerenses.
MITO Y REALIDAD
Se dice que la gestora de todo el movimiento santeño fue una joven de 22 años, quien se convirtió en símbolo de independencia, su nombre era Rufina Alfaro. Existe polémica sobre la existencia o no de este personaje, pues se cree que fue producto de la imaginación popular; sin embargo, haya existido o no se ha convertido en un ícono de identidad nacional.
Aunque algunos han catalogado la gesta del 10 de noviembre como un "movimiento regular y deficiente", en el año 1960 la Academia Panameña de la Historia Panameña registró este día como "la primera fecha histórica documentada de nuestra independencia de España".
¿QUIEN FUE RUFINA ALFARO?
Era una joven encantadora, que se dedicaba al comercio de huevos y verduras. Precisamente, ese encanto fue lo que le sirvió para actuar en pro de la gesta independentista, pues todos los soldados estaban prendados de ella, entre ellos, el jefe del cuartel, quien encontró el amor en la joven santeña, o por lo menos eso creía. Aprovechándose de la confianza que le daban, Rufina iba al Cuartel a sacar información y compartirla con su pueblo. Relatos aseguran que Rufina se enamoró de este hombre, pero más fuerte que el amor a un hombre lo fue el amor a su patria. Rufina advirtió que los soldados españoles estaban limpiando sus armas, y en vez de ir a vender su mercancía, la joven se unió a los improvisados soldados de su pueblo, quienes salieron a proclamar su libertad, tomándose el cuartel a punta de piedras y palos. Finalmente, las armas españolas quedaron en manos del pueblo santeño, y así lograron libertad.
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