Poco a poco se ha ido desmoronando la tierra donde está construida la casa. (Foto: ERICK BARRIOS / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
"Que nos reubiquen y sean responsables". La familia Carrera compró una casa con una hipoteca a 30 años, pero su vivienda solo ha durado nueve.
El calvario empezó poco a poco, apenas tenían un mes de haberse mudado a la barriada Las Praderas de San Antonio cuando se preocuparon al ver la magnitud de la crecida del río que colinda con su vivienda.
Así fueron pasando los años y el terreno de la servidumbre fue cediendo cada vez más, pero según explicó el señor Ariel Carrera, propietario de la casa, la situación empeoró en el 2008, pues quedó en evidencia que la base del relleno donde construyeron la casa fue hecha de material vegetal como troncos, algunas piedras y tierra arcillosa.
La inestabilidad del terreno ha provocado que el muro se derrumbara y a su vez, que la casa tenga severas rajaduras, incluso, el cuarto trasero está prácticamente en el aire y en julio de este año, personal del SINAPROC les dijo que debían salir por seguridad.
Ahora ellos han tenido que buscar un alquiler en el que hasta el momento llevan un gasto de más de mil dólares, a esto le deben sumar los B/280.00 de la mensualidad de la casa, que está prácticamente inhabitable.
"Me vendieron esta casa con vicios", aseguró Carrera, mientras veía con pesar cómo ha quedado la vivienda que compraron con tanta ilusión. Él, con plano en mano, mostró que el terreno donde está su vivienda pasa sobre el cauce natural del río y por eso es que se ha ido llevando la parte que le pertenece.
Según el afectado, la promotora de la vivienda les dijo que lo ocurrido es producto de la naturaleza, pero él se pregunta cómo dieron permiso para que se construyera en un lugar que no era el adecuado.
DIAaDIA contactó a Roberto Rodríguez, ingeniero municipal de San Miguelito, distrito donde está ubicada la barriada. Él explicó que se han dado casos en el que al momento que se construyeron las casas, se cumplía con todos los permisos y estudios; sin embargo, con el pasar de los años el cauce de los ríos se ha desviado y ha llegado hasta las viviendas.
Lo que se está haciendo ahora es dragar algunos ríos para evitar afectaciones, sin embargo, en el caso de esta familia ya deben entrar otras entidades. Y es justo en eso en lo que están enfocados los Carrera, quienes ya interpusieron una queja ante la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO), para ver si logran llegar a un acuerdo con la promotora de la casa.
Mientras tanto, seguirán rogando a Dios que la mitad de su residencia, que compraron como un sueño que ahora se convirtió en pesadilla, no sea llevada por el río.
PERDIDAS
La casa que compró la familia Carrera está valorada en 43 mil dólares.