Tal vez sea uno de los casos que más morbo ha sembrado en este año, y muchos se preguntarán en qué quedará todo este enredo.
Se trata de la muerte de la joven Vanessa Márquez, quien murió en marzo pasado luego de caer al vacío desde el piso 17 del hotel Plaza Paitilla Inn, donde participó en una fiesta privada.
Para Juan Manuel Rovira, un ciudadano que sigue el caso, se han presentado muchas situaciones que obligan a pensar que había interés en borrar algunos rastros.
A criterio de Rovira, todo indica que hubo mano criminal, pues "si algo se cae de una ventana, algo queda y allí no había nada". Agregó que si hubo el suicidio, entonces cómo es que hay tres personas, una se va a lanzar de la ventana y los otros no tratan de impedirlo o llamar a alguien para que no lo haga.
Por su parte, Diomedes Martínez indicó que el veredicto final debe ser bien cauteloso, porque si se quiere justicia, a los implicados deben darle los años de cárcel que corresponden.
Mientras que Arnoldo Góndola considera que lo que consumió Vanessa, la motivó a suicidarse, y no está de acuerdo con que esto sea descartado por el Ministerio Público.
Lo cierto es que esta semana, la Fiscalía Tercera Superior pidió el llamamiento a juicio para Amael Acosta y Yanibé Sarmiento, las personas que vieron por última vez a Vanessa.
Esa petición debe resolverla el Órgano Judicial, por lo que es de esperarse que la decisión de enjuiciarlos o no, vaya por lo largo. Los pronósticos son reservados.
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