Tremendo botín. Esto fue le que se llevaron los vendedores ambulantes que se apostaron por toda la ruta de los desfiles alusivos al 10 de Noviembre, realizados en Juan Díaz.
Bélgica María Riquelme era una de esas vendedoras que estaba satisfecha por todo lo que había vendido.
Desde muy temprano, instaló su puesto muy cerca de la tarima de un diputado, en donde vendía saos, chorizos asados y sodas a todos los transeúntes.
Para montar su negocio, esta humilde panameña invirtió unos B/150.00, a diferencia del año pasado que gastó un poco más, pues este año temía que la mercancía se le fuera a quedar por causa de las lluvias.
Lo que más le alegra es que con los B/400.00 de ganancia que esperaba obtener al final del día, podrá afrontar los gastos de su hogar.
DE TODO UN POCO
Paraguas, agua, sodas, chorizos, algodones de azúcar, carne en palitos, saos y lentes eran vendidos a muy buenos precios por los buhoneros durante la festividades de ayer.
El desfile de los santeños en San Miguelito no fue la excepción, pues allí los comerciantes informales vendían como pan caliente sus productos.
En ambas rutas, los funcionarios del Ministerio de Salud (MINSA) iban a los puestos a inspeccionar que los alimentos que se vendían estuvieran en buen estado. Además, exigían a los vendedores sus carnés de buena salud y de manipuladores de alimentos.