Sigue tocando puertas para ver si algún día puede ver cristalizada la promesa de que le den las 45 hectáreas que le aseguraron que eran suyas por haber sido el niño millón.
Cándido Aizprúa no desfallece, y ayer viajó al Palacio de las Garzas para ver si le pueden dar una cita. Contó que le dijo a la ex presidenta Mireya Moscoso que había unas tierras que eran de COFINA y que a él se las podían adjudicar. Sin embargo, le dijeron que no se podía; en cambio, sentenció que se las vendieron a unos allegados del pasado gobierno.
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