Casi un paraíso escondido. Siguiendo la carretera que va hacia la comunidad de Veracruz, encontramos un cartel que anunciaba la entrada hacia "El faro", y decidimos entrar.
El rural camino y la gran cantidad de maleza, eran un disfraz del paisaje que encontraríamos. La vista era inigualable, el mar, a pocos metros, reflejaba la luz del sol. Desde allí, se podía ver el puente de Las Américas. En una de las orillas, encontramos a un grupo de pescadores que intentaba atrapar los mejores ejemplares del mar.
UN MOMENTO DE ESPARCIMIENTO
Varias parejas y familias llegaron en sus carros, todos equipados con artículos de pesca. Sin duda, la pasaron bien.
Viendo más allá de las bellezas, empezamos a notar algunos detalles que no iban acorde con la exuberancia del lugar. Basura tirada, deshechos de paseos anteriores, maleza y falta de seguridad, eran el lado malo de la excursión. Igualmente, notamos que desde hace mucho tiempo no se da mantenimiento al viejo faro, que más que en desuso luce totalmente abandonado.
Algunas personas con las que conversamos, sugirieron que era una buena idea ubicar una garita de seguridad cercana, para que se vigilara el lugar y las áreas cercanas, a fin de evitar que se preste para cometer actos indebidos.
ECONOMICO
Cerca de la ciudad hay sitios como éste para pasarla en familia, y no tiene que gastar mucho.
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