Los asistentes observaban con mucha atención las enseñanzas de Carew. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
Gustavo Aparicio
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Deslumbrante. El Estadio Nacional Rod Carew quedó iluminado no sólo por el brillante sol que dejó caer sus rayos de luz sobre el gigante de Mocambo, sino por la presencia del ex grandes ligas y miembro del Salón de la Fama Rod Carew, que le puso a este escenario aquel brillo que solo irradian las estrellas.
Ayer, era el día más esperado para los 42 jóvenes peloteros de estratos humildes provenientes de diversas provincias, que deseaban conocer al más grande beisbolista que ha dado Panamá, y que querían aprender de sus experiencias en la clínica de béisbol que inició el ex pelotero.
Fue un día "inolvidable", el rostro de los peloteritos así lo denotaba. Había mucho entusiasmo por aprender, sobre todo, el mecanismo de bateo del que fue siete veces mejor bate de la Liga Americana de las Grandes Ligas.
"Es algo bien bonito y significativo para mí que una estrella como Rod Carew esté en Panamá dictándonos esta charla", dijo Carlos Martínez, de 14 años de edad, proveniente de Panamá Oeste.
Fueron dos horas de intenso trabajo, ante un inclemente sol, pero Carew, a pesar de su edad (63 años), siempre mostró un gran ánimo y mucho interés de compartir sus conocimientos, lo que hará por los próximos cuatro días con la ayuda de otros instructores de Grandes Ligas.
RECONOCIMIENTO
Dos horas después de culminar la primera sesión de instrucción, Carew se trasladó al Salón Amarillo de la Presidencia de la República, donde el jefe del Ejecutivo le entregó la condecoración nacional de la Orden General de División Omar Torrijos Herrera.
Luego, Carew evocó sus días de pelotero destacando el sueño que de niño le permitió convertirse en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos en la pelota profesional norteamericana.
De igual forma, aseguró que el béisbol de su época fue mucho mejor que el que se juega ahora en los Estados Unidos, cuestionando el interés económico que existe en la actualidad.
"Nosotros jugamos por amor al juego y lo hicimos con pasión porque fue un sueño de niño jugar ante 50.000 personas. Hoy es muy diferente, se está jugando por dinero, por el cheque grande", precisó quien fuera exaltado al Salón de la Fama en 1991.
DISTINCION
Todos los peloteros e instructores locales portaban el número 29 en sus camisetas, con el que se retiró Carew de las Grandes Ligas.