Tienen aproximadamente un año y medio de vivir bajo sus propios riesgos, pues no hay unidades de la Policía Nacional brindando el servicio.
Las dos unidades policiales que habían en el corregimiento de la Unión Santeña de Chimán se quejaron por el lugar en donde los tenían y decidieron retirarse.
El local hecho de tabla, que era un internado de niños, está deteriorado. Ricaute Marín, representante de la Unión Santeña, sostuvo que está en proceso de construir un puesto policial más cómodo, en vista de que no los apoyaron cuando se dio el problema. Aclaró que hay muchos jóvenes propensos a las drogas y la delincuencia.
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