Sabe cómo hacer brujerías, pero no le gusta. Eugenio "Geño" Pimentel Cedeño, de 57 años, un curandero de la Unión Santeña con más de 6 años de experiencia, admitió que la "santería" no sirve, porque hace daño a la persona que la practica.

Lo mejor son las cosas de nuestro señor Jesucristo, y en base al poder de éste cura enfermedades en lo que hoy se conoce como "medicina alternativa". Los secretos que utiliza son el de las tres divinas personas y la oración de la piedra de ara. La fuerza de sus secretos le permite hacer que una persona que desee hacerle brujería le rebote el daño.

Su especialidad: curar picados de culebra. Para curar un picado de culebra, trabaja con oraciones a San Pablo y San Benito. A cada uno le da tres ofrecimientos, hasta terminar con un trabajo especial en el río. Todo es en base a oraciones fuertes y poderosas, las cuales prefiere no revelar por razones obvias.

Para curar a una persona alguien debe solicitarlo, no puede acudir por voluntad propia. En su andar ha curado un aproximado de 50 personas que han sido picadas por serpientes en el pueblo. El último fue Rubén Figueroa.

También cura pasmos, herpes, parto y fusión (una enfermedad que sientes una picada y a los pocos minutos se hincha), además de hacer trabajos para que a una persona no se le acerque una serpiente. Muy pocas veces trabaja con hierbas.

Antes de dormir hace sus rezos para protegerse, y al levantarse en la mañana hace lo mismo para iniciar el día.

SERPIENTES A SUS PIES

Geño indicó que cuando hay una serpiente que está matando animales y haciendo daño en una finca, realiza los trabajos para hacerla llegar a sus pies.

"Hago los trabajos, todas las serpientes que están en el área van saliendo una a una, y la que es la del daño, desde que viene lejos ya me doy cuenta", señaló. La serpiente se detiene frente a él, esperando su orden, las demás, dijo, pueden irse.

LE AVISA SU MUERTE

El secreto de las 3 divinas personas es corto, pero grande. Se basa en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No obstante, Geño manifestó que por trabajar con ese secreto tiene un problema.

Cuando le toque caer para morir, le avisa con tiempo y puede estar semanas, meses y hasta un año entre la vida y la muerte, es algo súper poderoso. "Uno se muere de la cintura para abajo solamente", dijo. Además, no puede decirlo a sus familiares, es muy difícil. Sólo lo pueden saber amigos suyos de confianza.

SU TIO LE AVISO LO QUE VENíA

Su tío Francisco Pimentel, que era curandero, le insistía en que aprendiera, pues si él se moría quedaría sin curandero la familia y el pueblo, donde se dan muchos casos, y él aceptó después de tanta presión.

PRECIO

Por cada trabajo cobra entre 25 y 30 dólares, para ayudar a la gente del pueblo. Geño dice que lo que se debe cobrar son 150 dólares.