¿Saben qué? Hoy es el Día del Periodista, y como soy una de tantas que lucha día a día entre los vericuetos de la palabra y la información, quiero confesar algo.

Un día, hace 14 años, escribí un reportaje sobre la India. En realidad, no fui allá (ojalá), sino que tenía que escribir una nota exaltando las bondades turísticas de ese país y busqué revistas y libros para "empaparme" sobre el tema, y entrevisté a hindúes. Lo escribí y hasta me pareció bonita la nota. ¡Fatua! Fue publicado al día siguiente y... ¡zas! ¡Puse a la India en el continente africano!

¿Y saben qué pasó? ¡Nadie se dio cuenta del error, no, del horror! Pero yo sí. Lo supe porque tengo la manía de criticarme cada nota que escribo y cuando lo vi, no quería ni despegar la cara de mi máquina de escribir. Tenía una vergüenza del tamaño de un templo.

El sentimiento de culpa me hacía sentir que cada persona que se me acercaba, me diría que tenía que volver a la escuela a aprender geografía. De hecho, yo misma lo creía así.

Lo que sucedió -y esto no es una excusa-es que yo estaba diciéndole a una colega que el río Ganges, de India, me recordaba al Nilo, de África. No sé cómo ocurrió, pero en un "lapsus mentis", puse a la India en África.

Así aprendí que, aunque los lectores no nos restrieguen nuestros errores en la cara, éstos siempre se publican, nunca se entierran, como los de los médicos, y, por consiguiente, es importante poner alma, vida, corazón y pasión al momento de ejercer nuestra profesión de periodistas. Cada día, como la tecnología, el periodismo cambia, pero a su vez, los periodistas somos agentes de cambio. Con cada nota publicada, estamos educando y promoviendo cambios en la sociedad. Por eso, actualizarse es de rigor; autocriticarse es un mandamiento, y saber que somos humanos, y como tales, vulnerables a las equivocaciones, es un hecho inalienable. Sin embargo, si se nos ocurre poner a la India en África, hay que aprender que queda en Asia y que ese error jamás se repita, porque los lectores... ¡son nuestros jueces y con todo derecho!